Valentino Rossi debe reivindicarse en la pista

Teníamos ganas de motos. Por fin ha arrancado la acción, con el inicio de la pretemporada de MotoGP en Malaisia. Se acerca la hora de la verdad, unos cuantos ensayos generales en formato de entrenamiento y los protagonistas se presentarán en Qatar dispuestos a defender sus ambiciones. Y entre ellos Valentino Rossi, que no logró su objetivo del décimo título mundial pero sí acaparó los titulares en su pataleta contra los españoles, una puesta en escena perfectamente orquestada que se sacó de la chistera cuando vislumbró, como a la postre ocurrió, que Jorge Lorenzo iba a echar por tierra todas sus aspiraciones. Una teoría del complot que ha seguido manteniendo semanas después, también habló de esa complicidad entre su compañero y Marc Márquez durante la presentación del proyecto de Yamaha para 2016, hace apenas unos días en Barcelona.

Con los motores de nuevo en marcha, lo que debería hacer el italiano es dejarse de palabrería y pasar a la acción. Lo bueno de las motos, de las carreras, del deporte es que los resultados dictan sentencia y acallan las especulaciones sin fundamento. Si Rossi se considera mejor que Lorenzo o cualquier otro rival llega el momento de demostrarlo. Prepararse a tope durante la pretemporada (que la haya iniciado con un segundo de déficit respecto al mallorquín no quiere decir nada) y refrendar en pista que su talento sigue siendo el suficiente para doblegar a contrincantes mucho más jóvenes e igualmente cualificados. Personalmente espero que así ocurra, que se olvide de polémicas y de estrategias desestabilizadora y piense sólo en lo que sabe hacer como pocos: dar gas. Tiene una oportunidad de oro para hacernos pasar página sobre cuanto ocurrió al final de la pasada campaña y, además, materializar su sueño de volver a ser campeón. Cualquier otra cosa sería impropia de una leyenda.