Isco y James se disolvieron en la batalla

A Sandoval hay que adjudicarle el gran mérito de bloquear al Madrid, de controlarlo, presionarlo arriba, con orden y claridad en sus jugadores. Así estaba el escenario hasta que cantó la defensa por tercera vez en el lateral izquierdo y marcó Benzema. No obstante, el Granada mantuvo la orden táctica, apuró tanto que dejó poco a poco fuera de combate a James (poco le gustan los partidos con viento en contra) y también disolvió a un Isco que empezó entonado y acabó dando patadas de rabia al balón.

El Madrid tuvo 79 pérdidas por 76 del Granada, lo que habla de la incomodidad y poca precisión de los habituales jugones madridistas, entre los que sólo se salvó con nota Modric.

Isco y James no estuvieron a la altura, como tampoco Cristiano, y el Granada poco menos que tuteó al Madrid en rachas de la segunda parte. Decidió la calidad y otro despiste local, dejando disparar a placer a Modric. Ganó el Madrid, pero Sandoval se las hizo pasar pardas.

Presión alta. El Granada montó una red que bloqueó la salida de balón del Madrid. Sólo Kroos y Modric aguantaron ante esta situación difícil.

Errores letales. Un agujero por el lado izquierdo trajo el primer gol blanco. Era el tercer error defensivo. En el segundo gol también Modric tiró cómodo.