“¿Y si nos zampamos una hamburguesa en Donoso, Fer?”

Torres es un tipo cerebral. Se conduce por la vida con sentido común. Pero, como los toreros de arte y los actores de Oscar, a veces se deja llevar por alguna cábala por aquello de “yo no soy supersticioso porque da mala suerte”. Cuando dejaba la adolescencia, ya llevaba por entonces la centenaria historia del Atleti y el 9 de España sobre su espalda, su superstición de tijera le hizo cambiar mucho de corte de pelo cuando no marcaba.

En aquella primera etapa en el Atlético, El Niño utilizó otro método infalible para recuperar el acierto de cara a portería. Cada vez que se iba a comer una hamburguesa de Donoso (en una hamburguesería de barrio y sin florituras en Moncloa) volvía el gol. Siempre que la tomara con Antonio Sanz, su DirCom y hombre de confianza desde hace tres lustros.

Después de salir del Atleti alguna vez engulló una de esas deliciosas hamburguesas, que saben a gloria, aunque al entrar huela mucho a lejía (¡lo tienen muy limpito!). En su etapa en el Liverpool no le hizo falta. Sí se pasó por Donoso cuando los hinchas del Chelsea cantaban aquello de “Torres marca cuando quiere” y le vino bien para ganar la Champions y marcar el gol en el Camp Nou que dejó fuera al Barça de Guardiola o para ganar la Europa League como máximo goleador, igual para ser pichichi en la Euro 2012 y en la Confederaciones 2013.

El pasado miércoles Antonio Sanz le sondeó: “¿Y si nos zampamos una hamburguesa en Donoso, Fer?”. “Mañana”, contestó El Niño. Y el jueves, Anto y Fer dieron buena cuenta de dos hamburguesones de Donoso. Y el sábado marcó el gol 100. ¡Mera coincidencia!