Zidane y Modric revelaron nada más acabar el partido de Granada un diálogo según el cual el entrenador le habría sugerido al jugador que tirara más a puerta. De la conversación sabía el capitán, Sergio Ramos, que calificó de imprescindible al croata aunque “esté lejos del gol”. Modric hizo caso a Zidane y arriesgó con un trallazo inapelable que deja al Madrid vivo en la Liga cuando las crónicas ya apuntaban a una retirada prematura. Aunque no sólo fue su gol, Modric fue el único jugador del Madrid que mantuvo el tipo durante los 90 minutos.

Tiene razón Zidane en pedirle más gol al croata, como debería hacerlo con todos los centrocampistas de su equipo. De hecho, Modric consiguió catorce goles en las cuatro temporadas que disputó la Premier con el Tottenham. Es verdad que delante no tenía a Cristiano Ronaldo, pero no por eso la segunda línea del Madrid ha de pensar que el gol es cosa de los tres de arriba, como éstos no deberían asumir que el trabajo defensivo no va con ellos. Modric trabaja las dos facetas, en la Liga ha recuperado 122 balones. A ver si cunde el ejemplo...