El preocupante retroceso de Bale y la prima de De Gea

El hematoma de la discordia. Resulta extraño que hace apenas una semana, Gareth Bale subiese a su cuenta de Instagram una foto suya corriendo sobre el césped de Valdebebas, con el texto: “Ya casi listo”. Sportyou adelantó ayer que la presencia del galés en la ida contra el Roma está en el aire. Las últimas pruebas mostraban algo inquietante. Se veía un pequeño hematoma, lo que suele ser sinónimo de volver a reiniciar el siempre delicado proceso de recuperación del sóleo. Cuando su fútbol empezaba a coger vuelo, llegó la lesión y ahora, que la recuperación entraba en su recta final, otra inoportuna recaída.

Recuperación en la arena. Las recuperaciones de las lesiones en el Madrid se han convertido en un auténtico quebradero de cabeza. Los propios futbolistas llevan tiempo poniendo el grito en el cielo, cuestionando los métodos y al responsable de supervisar las mismas, el doctor Olmo. Los recuperadores de confianza de la gran mayoría de jugadores han sido despedidos del club. Algunos especialistas consideran que tratar de regenerar una lesión en el gemelo utilizando una emulación de la arena de la playa en Valdebebas va en contra de la natural recuperación de una lesión de ese tipo. Materia demasiado sensible para desconfianzas y otro problema alargado en el tiempo.

40 minutos de carrera continua. La primera semana de Zidane como entrenador fueron 20, la segunda 30 y esta ya va por los 40 minutos de carrera continua para empezar la sesión de entrenamiento. Esto quiere decir que el Madrid está haciendo la pretemporada, que no hizo bien este verano, a mitad de temporada. No sabemos cómo acabará este ejercicio en forma de títulos, pero sí parece claro que hay algunas cosas que no se deben repetir en pretemporada, porque en fútbol de élite, todo se acaba pagando. Las quejas públicas de Cristiano y Modric, en este sentido, no eran caprichosas.

Football Leaks y la transparencia. Habrá que agradecer a Football Leaks su contribución a la transparencia en el fútbol y la constatación de que cada nuevo contrato es una sorpresa. Más allá del salario anual de 11,8 millones brutos anuales que habría firmado De Gea llama la atención la prima de fichaje de 10,9 millones de euros, que el Madrid hubiera pagado de una tacada en enero de 2016. No estaría de más que la responsabilidad social corporativa alcanzase a los clubes de fútbol, al menos a aquellos que pertenezcan a sus socios. Keylor Navas habrá tomado nota.