Intenso hasta la final

Luis Enrique afronta una semifinal de Copa que es un simulacro de partido en la que llega con un 7-0 de ventaja ante un equipo en fase de demolición al que la Copa no es que no le interese por la paliza recibida en la ida, es que se juega la vida en la Liga y ahora ya es tiempo de elegir batallas. No se puede ir a lo loco y gastar fuerzas en empresas inútiles. Por eso, con todo a favor y con el calendario marcándole a Luis Enrique que lo lógico es reservar piezas de cara a los dos próximos partidos de Liga (ante el Celta en casa y el aplazado contra el Sporting fuera) que pueden despegarle en la tabla resulta extraño tanto misterio e intensidad en el entrenador del Barça cuando ayer se le preguntó por los cambios que podría realizar en un partido que es de trámite.

Se negó Luis Enrique a admitir si los advertidos de sanción viajarán; si los que tienen más minutos descansarán; si Messi (que acaba de hacerse una litotricia) estará o no; si los jóvenes que han entrenado esta semana con el primer equipo tienen opciones de estar en la lista. A veces, los intensos, se pasan de frenada. Igual es la clave de los éxitos.