¿En serio el Barça puede estar durante un año sin espónsor?

La memoria es cruel. El 20 de enero de 2014, al mismo tiempo que Sandro Rosell chuleaba a la prensa y al juez diciendo “le reto a que me cite a declarar” (y para su pesar, le hizo caso) Javier Faus, entonces vicepresidente económico del club, pronunciaba una frase que debería estar grabada en mármol de Carrara en el museo del club: “En 2017 ya habremos pagado el crédito sindicado y ya no deberemos más de 200 millones. Una vez bajemos la deuda a 200 millones, podremos volver a endeudarnos para financiar el Espai Barça” (que comprende un nuevo Palau, un nuevo Miniestadi un Camp Nou remodelado de punta a punta con sus accesos y su canesú por valor de 600 millones).

El presente, lo es más. El pasado 9 de febrero, en el programa ‘Divendres’ de TV3, el vicepresidente institucional del Barcelona, Carles Vilarrubí aseguraba que “el Barça puede permitirse el lujo de no llevar durante un año patrocinador en la camiseta sin verse forzado por ello a vender jugadores”. El 20 de octubre de 2015, en Asamblea Ordinaria de Compromisarios, el club reconocía una deuda neta de 328 millones. 128 más de los que Javier Faus consideraba como límite para afrontar el proyecto del Espai Barça y que colocaba el ratio del EBITDA en 3,24% cuando debería estar en un 2,75. Si no se baja hasta el 2,5, la junta actual debería dimitir por mandato estatutario.

Sumas y restas. Uno puede ser tan malo en los número como Rosell retando a jueces, pero segun la memoria económica que el Barça presentó el pasado octubre, el club tenía un beneficio de 26 millones sobre un presupuesto de 608. En una sencilla operación se ve que si Qatar pagó 32, más cinco por ganar la Champions (total, 37) y se salvó el presupuesto por 26, eso quiere decir que sin el patrocinio de la camiseta, el Barça hubiera arrojado unas pérdidas de 11 millones que si se repiten el próximo ejercicio enviarían a Bartomeu, Vilarrubí y compañía a casa por mandato de los Estatutos. ¿En serio pueden prescindir de un patrocinador?

Excavadoras. En mayo de 2017 las excavadoras empezarán a tirar el Camp Nou. Las obra se debería pagar liquidando deuda y vendiendo el apellido del estadio. Hay que renovar a Neymar, Busquets y Messi y fichar. ¡Y dicen que pueden vivir sin espónsor! Y que al socio no se le puede engañar, añaden.