Modricismo’ para todos

Más vale tarde que nunca. A muchos les ha costado darse cuenta pero ya es unánime el diagnóstico: Modric es el mejor futbolista que tiene el Real Madrid. El asunto va más allá de un gol como el de Granada, al que se agarró el equipo ante la dimisión de otros estrellados, y se sustenta en la tremenda capacidad de generar fútbol que tiene el croata. Lukita se pasa el partido inventando jugadas para sus compañeros, ofreciéndose y apoyando, buscando salidas por un sitio y por el otro, intentando llevar al Madrid hasta la portería contraria con la pelota. Y no solo eso sino que se preocupa de defender y ayudar atrás. Modric está siempre corriendo, arriba y abajo, pendiente de todo, hace mejores a los demás. Solo le falta una cosa: ascendencia sobre los compañeros para pegar un par de gritos y poner firme a más de uno. Entonces sería perfecto.

El gol 100 de Torres. Tras un buen partido, Torres se quitó el peso de llegar a los cien goles de rojiblanco. El muchacho, que tiene la cabeza muy bien ordenada, nos dejó un gesto maravilloso cuando fue a buscar a Manuel Briñas, el octogenario que hace veinte años le abrió las puertas del Atlético, para regalarle la histórica camiseta. Luego, en Carrusel, Briñas decía entre lágrimas que nunca les ha pedido nada a los futbolistas que ayudó a salir de abajo y Kiko le apuntaba emocionado: “Nunca nos has pedido nada y nos lo has dado todo”. Fue un momento que nos puso a todos los pelos de punta. Honores a toda esa gente anónima que, casi siempre por vocación exclusivamente, se vuelca en la formación de las futuras estrellas.

La final de Copa. Ya está servido el sainete de todos los años con el escenario de la final y, una vez más, el Bernabéu es el centro de la historieta. Hay que asumir ya que el Real Madrid no está obligado a ceder su estadio y que ha dejado claro que no quiere albergar finales. Sean comprensibles o no las razones del club para ser un mal anfitrión, así como otros han sido malos huéspedes, la decisión ha de ser respetada. La eterna serenata de “queremos jugar en el Bernabéu” empieza a resultar cansina. Da para algún chiste, sí, pero intentar pintar a Florentino como un malvado maléfico por no ceder el estadio ya no cuela. Los finalistas tienen que dejarse de pamplinas y disfrutar sea cual sea el escenario. Lo importante es estar en ese partido y seguir haciendo grande tu historial. Al fin y al cabo lo más doloroso para el Madrid es que su final de Copa de quedó en Cádiz por una chapuza.

El engañabobos. ¿Se acuerdan de aquel abogado que supuestamente representaba a un juez de línea que denunció presiones para perjudicar al Barça en el Clásico? La fiscalía, que abrió una investigación, la cierra ahora diciendo que no hubo ni presiones ni delito. Una vergüenza que se haya gastado tiempo y dinero en una pantomima así. Por no hablar de los minutos de le dedicaron algunos medios. Hay que ser más serios.