La losa del recuerdo de Robben

Las reiteradas lesiones de Bale empiezan a tener frustrado al club y bastante mosqueada a la afición. Partimos de la base de que toda lesión es un infortunio, pero no es igual ser baja a consecuencia de un fuerte traumatismo provocado por un rival que estar a menudo en la sala de recuperación por culpa de las lesiones musculares. Bale tenía hasta hace poco un sóleo izquierdo de alto riesgo. Su desgracia es que ahora también se ha unido a esa fragilidad corporal el sóleo derecho. Ayer supimos que el galés tampoco llegará al derbi del día 27. Demasiados partidos de alta enjundia en los que no estará, ni se le espera tampoco... Esta última recaída da más rabia porque venía de darnos prácticamente su mejor versión desde que fichara por el Madrid en el verano de 2013.

Desde Mestalla estábamos viendo a un Bale incisivo, desequilibrante y con gol. El Bale que permitía pensar que los 101 millones invertidos en su contratación no eran un despilfarro. Pero cuando se acumulan las bajas de esta manera tan reiterada es inevitable acordarse del holandés Robben. Cuando el club lo malvendió al regreso de Florentino a la presidencia en 2009 (se lo traspasaron al Bayern por 13 millones menos de lo que pagaron a la Real por Illarra), la versión oficial que se dio es que Robben se lesionaba demasiado y no compensaba tenerlo. No sé si ahora se le aplicará a Bale el mismo criterio al ser un fichaje del presidente, pero es evidente que la afición le quiere sano y en el campo. O sea, compitiendo. No es el caso...