Los insólitos equipos de Chile

Boca Juniors. Tan sólo dos meses después de levantar el título de Liga, el campeón vive en crisis. Con zumbidos de despido ya en el oído del entrenador, el Vasco Arruabarrena. Una pobrísima e indecorosa pretemporada, un empate fuera (Temperley) más una sonrojante derrota en casa (At. Tucumán) en Liga y la humillante paliza (4-0) que le propinó el San Lorenzo de Pablo Guede (ahí hay un técnico que propone un fútbol que da gusto, y sueña con dirigir al Málaga) en la Supercopa. Demasiado para un equipo plagado de pedigrí y figuras. No parecía mucho el San Martín de San Juan al que visitan hoy, pero para el técnico el asunto ha cobrado tintes de dramática final.

Robinho. Fuera de forma, tras un exótico y fugaz paso por el fútbol chino, con 32 años recién cumplidos, el futbolista de las bicicletas vuelve a casa en busca del nivel perdido. Bueno, a Brasil pero a otra casa. En realidad a la del enemigo. Su fichaje por el Atlético Mineiro no ha sentado nada bien a los hinchas del Santos, pero cada vez son más los que desprecian los principios románticos. “Por más que tengas un sentimiento, también tienes una familia y el fútbol es un negocio”, se justificó Robinho tras posar con la nueva camiseta. Quiere ganar la Libertadores, aunque para la cita de hoy ante el Melgar peruano no ha sido convocado. Pocos jugadores han estado tan arriba casi antes de alcanzar la mayoría de edad y tan abajo pasados los 30. Todo un reto: acercarse al fútbol de fantasía que un día fue capaz de inventar.

Huracán. El fútbol sudamericano es una constante página de sucesos. Algunos con tintes trágicos. Como el accidente que sufrió la semana pasada expedición del Huracán de vuelta al aeropuerto tras derrotar al Caracas y clasificarse para la fase de grupos de la Libertadores. Un descenso de tres minutos sin frenos a 120 kilómetros por hora, con curvas que saludaban precipicios. Hasta que una rampa de frenado sirvió de milagro cuando todos los pasajeros, abrazados en la parte trasera del bus, se temían lo peor. Volvieron a nacer. Incluso Toranzo, el futbolista más castigado, con daños irreversibles en cuatro de dedos de un pie, y cuya carrera en un primer balance se dio por terminada. Hoy ya está en su domicilio iniciando la recuperación. Volverá a jugar, pero le llevará tiempo. Los relatos de los protagonistas estremecen. Tres minutos de terror, los más largos de sus vidas.

Barcelona y Madrid. Una encuesta entre los aficionados chilenos ha dejado temblando a su fútbol: el Barcelona y el Real Madrid son respectivamente el cuarto y quinto equipo con más seguidores a ese lado de los Andes. Colo Colo respira, a la U se le acercan y Católica ya tiene a los azulgrana tan sólo a un punto en las preferencias. Los demás han sido aplastados. La globalización invade. Y el descuido local le ha dejado las puertas abiertas de par en par. Bajo nivel, maltrato al hincha, violencia, fútbol escondido por televisión… Los directivos andan comiéndose la cabeza para encontrar las razones al transfuguismo emocional y sujetarlo. Quizás ya tarde.