Desde la izquierda sí es Cristiano

Benítez, al que eché en falta que rajase contra Florentino nada más ser despedido y no ahora que se ha recuperado la ilusión con Zidane, se empeñó en que Cristiano jugase de nueve y ahí mató al portugués. Cierto que en esa posición fue capaz de meter cinco de una tacada en Cornellà. Pero con el paso de los partidos se le veía desubicado, errático, sin esas escapadas explosivas a las que nos tiene gozosamente acostumbrados. Llegamos a creer que eran cosas de la edad: “Con 31 años, ya será imposible verle correr así de nuevo”. Pero Zidane, que sigue sorprendiendo por su capacidad para tomar buenas decisiones, le ha rescatado del pozo.

Ha vuelto a ponerle en la banda izquierda. En su perfil prodigioso, que le ha permitido cada curso firmar entre 50 y 60 goles. En cuatro días firmó dos golazos que llevan el sello de sus mejores días. Sobre todo el de Roma. Desmarque por la izquierda, carrera desatada buscando el uno contra uno, regate mágico con el tacón, cintura rota del rival y remate curvado a la escuadra contraria ante la perplejidad del portero. Goles dignos del mejor Cristiano de siempre. Vean en www.as.com el golazo que metió ayer Aduriz en Marsella con 35 años. El talento no tiene fecha de caducidad. Cristiano nos dará muchas portadas todavía. Admito apuestas.