El Madrid vio las barbas de su vecino cortar y puso las suyas a remojar. Resultado: ningún problema ante el Fuenlabrada, con quien había perdido por 91-85 hace un mes. El Baskonia también había sido testigo del descalabro del Barcelona y del Valencia, y se tomó igualmente en serio el partido con el Obradoiro, ante el que no había tenido problemas en la Liga, tanto en la ida como en la vuelta. El 24-12 del primer cuarto lo decía todo. Pero el Obradoiro se vino arriba, Bourousis no aparecía y el encuentro se trabó. Al final no hubo sorpresa por un pelo. El Madrid tiene razones para ser optimista. Tiene más fondo de armario que el Baskonia ante un partido el de hoy (21:30) al que se puede considerar una final anticipada.

El Madrid se ha tomado la Copa tan en serio, que Laso no hizo una sola concesión a la galería, pese a tener el partido bajo control desde el segundo cuarto. Cómo sería, que Doncic y Hernangómez sólo salieron a falta de 1:48 minutos. Esto da una idea del carácter de seriedad que imprimió Laso al partido. Aunque fuera el Fuenlabrada y la diferencia resultara contundente al descanso (54-34), quiso trasladar a la plantilla la idea de que se trata de un torneo con un título en juego, donde sobran las confianzas. Apostó por el núcleo duro del equipo, y relegó a Doncic y a Hernangómez a la posición de jugadores secundarios. No hacía falta tanto, pero ayer ya casi celebra el título. Con todo el respeto al Bilbao y al Gran Canaria.