En el verano de 2003, el Madrid de los Galácticos emprendió su primera gran gira por Asia. Beckham era un recién llegado al equipo y Zidane formaba parte de aquella plantilla. Queiroz se estrenaba como entrenador madridista. La pretemporada fue en Kunming, un pueblecito agrícola chino de... ¡4 millones de habitantes! Allí estaban recluidos en el centro de alto rendimiento donde los chinos preparan a sus atletas. Aquella gira fue interminable. De allí a Pekín, Tokio, Hong Kong y Bangkok. Los jugadores acabaron hartos de viajes y actos publicitarios. El equipo funcionó hasta marzo de 2004, cuando se derrumbó estrepitosamente y perdió todos los títulos en juego. La mala planificación en verano priorizando los dineros tuvieron parte de culpa. Pese a todo, así fue desde entonces...

Ese fue el primer ejemplo. El negocio se impone al fútbol en verano y Zidane, como jugador que ha sido de este Madrid y tiene experiencias propias, debe planificar bien con el club lo que es mejor para el equipo. Tienen que permitir que Zizou dé su opinión y, si dice que algo no conviene, no se debe hacer. Es una persona dialogante y sabe que debe combinar fútbol y dinero, pero pensar en el equipo es fundamental para la temporada. Zidane debe imponer su criterio sí o sí y en el club deben escuchar sus prioridades.