Zidane no renuncia nunca

Los que piensan que, justo después del cruel empate en Málaga, Zinedine Zidane habló de cara a la galería se equivocan. Cuando el técnico francés dijo que todavía se podía ganar la Liga y que todo el equipo iba a luchar hasta el final lo pensaba de verdad, a pesar de la decepción provocada por ese inesperado resultado. Y ayer por la mañana, al levantarse, opinaba exactamente lo mismo. Los que le conocen bien saben perfectamente que no lo tuvo fácil en la vida y que llegó a lo más alto porque nunca ha renunciado a nada en todo lo que ha emprendido. Eso es lo que quiso transmitir en las últimas horas a la gente cercana que le preguntó por su estado de ánimo, que él no abandona la esperanza porque es su carácter y porque, en este caso, confía firmemente en el talento, las capacidades y las ganas de sus jugadores.

En ningún momento ha bajado su estado de ánimo y ya en el avión que traía al equipo a la capital de España Zizou estaba preparando el próximo partido, el derbi del sábado en el Santiago Bernabéu. Zidane es consciente de que, a veces, algo no funciona correctamente en su Madrid pero, al mismo tiempo, no duda ni un instante de que va a encontrar la solución para que el equipo se haga más fuerte, sea cual sea el campo donde juega. Lejos de pensar que esta semana sin partido el miércoles se va a hacer larga y que todos se van a “comer el coco” por culpa del empate contra el Málaga, el entrenador ve esos días como una oportunidad de arreglar los problemas y de preparar bien el encuentro frente al Atlético. Zizou cree en su gente y cree en el trabajo. Por ello no se preocupa.