De Burgos Bengoetxea estuvo a un buen nivel

Debutaba De Burgos Bengoetxea en un partido dirigiendo al Real Madrid. Lleva el arbitraje en la sangre. Su padre fue De Burgos Núñez, que fue trencilla en mi época. Fue un buen árbitro, pero éste hijo suyo tiene también madera para llegar muy lejos. Lo demostró ayer. Por cierto, va también primero en La Otra Liga del Diario AS con un solo error en toda la temporada.

 

Acertó De Burgos en todo lo que era de arbitrar. Cortó en el primer tiempo las acciones punibles. No se dejó intimidar y controló el partido ante las protestas de algunos de los jugadores. Y acertó en las jugadas más importantes, que sobre todo se dieron en la primera mitad.

En el minuto 14, Cristiano, dentro del área, saltó a rematar y al sentir el brazo de Medjani, como no llegaba al balón, se dejó caer. Reclamó sin ninguna convicción sabiendo que no era penalti. Se dio un caso curioso en el minuto 21. El árbitro fue listo cuando vio que había varios jugadores agarrándose en el área y esperó a ver a dónde iba el balón, que terminó pasando por encima de todos, y no pitó absolutamente nada. Y sí demostró haberse acoplado perfectamente a la categoría ya que, a dos de ellos, les llamó justo después la atención a la carrera.

En el minuto 32 Lucas Vázquez se metió en el área y fue zancadilleado por Orbán. De Burgos señaló el penalti acertadamente. Y en el 37’ vino la jugada más polémica del partido, cuando Rossi no hizo falta a Casemiro. Con el árbitro a dos metros, éste, al sentir la mano del italiano se tiró descaradamente con el ánimo de engañar al colegiado, que no picó. El balón terminó en Deyverson, que no estaba en fuera de juego y que marcó de forma legal.

Estoy seguro de que este trencilla llegará muy lejos en el arbitraje español.