Salah, una flecha envenenada

Lleva un número por detrás de Totti, el ‘11’ en lugar del ‘10’, pero ahora llega delante de él. Mohamed Salah es el símbolo del nuevo Roma de Spalletti, que ha ganado siete partidos seguidos en la liga italiana. Si esta noche el egipcio repite y con él repite el equipo como en aquel 9 de agosto pasado en Valencia, el Roma se clasifica a cuartos. En el Torneo Naranja que abría la temporada, en su primer partido, Salah metió su primer gol y el Roma ganó por 1-3, un resultado que sería perfecto para los italianos. Salah ha llegado al Roma cedido por cinco millones del Chelsea y en su primera temporada con el equipo italiano ya ha marcado 11 goles en la liga (sin penaltis) y es el pichichi del equipo. Pero no es un típico goleador, o mejor dicho no es un delantero que busca solamente el gol en el área. Es una flecha envenenada que hace daño en todo el campo y por las dos bandas.

Con sus 23 años tiene potencia, velocidad y facilidad para liderar a sus compañeros, que se aprovechan de sus pases adelante de la portería. Antes en el Basilea suizo, luego en Chelsea, la pasada temporada en la Fiorentina y ahora en el Roma, tiene suficiente personalidad para no temblar en un estadio caliente como el Bernabéu. Si enciende su turbo como en las últimas semanas será el peligro más grande para Marcelo, al que puede tener en la banda como rival, y para todo el Madrid en general. Por supuesto, el Roma no depende solamente de él, porque la velocidad de El Shaarawy, la experiencia de Dzeko, la clase de Perotti y los remates imposibles de Florenzi son componentes importantes de un equipo que quiere entrar en la historia eliminando al Madrid en su campo. Pero no hay pastel sin guinda y Salah es la guinda del Roma.