‘Zizou’ es un poco italiano también...

Justo cuando estaba empezando a escribir estas líneas sobre el partido de Champions recibí una llamada de Francia para informarme de que Madame Mahieu había muerto. Se me saltaron las lágrimas. Fue la profesora de mi pueblo que me enseñó a leer y escribir, hace cuarenta años, en esta maravillosa y tan necesaria escuela pública de la cual mi país todavía se puede enorgullecer. Si no fuera por ella, quizás no tendría hoy la suerte de hacer lo que hago. Somos el resultado de una historia, somos lo que muchas personas nos han regalado y han compartido con nosotros a lo largo de nuestra vida. Sin maestros no hay nada, lo tengo muy claro. Y sé que Zinedine Zidane piensa igual. Porque el entrenador del Madrid todavía piensa con emoción en Jean Varraud, su descubridor, el hombre que tanto le enseñó en su juventud en la cantera del Cannes y que desapareció hace unos años.

Zizou no es un desagradecido y siempre recuerda con cariño a los que le han ayudado a convertirse en lo que es, un icono del fútbol. Por ello, ese partido contra un equipo italiano será especial para él. Porque el francés le debe mucho al Calcio, a esas cinco temporadas en la Juventus donde aprendió a ser más competitivo, a ser más ganador, a entender realmente la importancia de la táctica y a prepararse mejor físicamente. Por eso me parece incomprensible que incluso cierta prensa italiana le haya criticado tanto después del partido en el Olímpico de Roma. Porque Zizou es un poco italiano también...