El Villarreal, la sonrisa y el agobio

El Villarreal no debe agobiarse o lo pagará. Sólo necesita saber que ya ha cumplido en Liga y en Europa, y que la Champions sería un extra. Ver el triunfo cerca estresa, pero la verdadera angustia, ya lo sabe, era estar ahí abajo. Pese a encadenar dos derrotas, no tener suerte para sobrevivir en Nervión ante un rival que es más y mejor (gol en propia puerta, 3-3 cantado...) y ver cómo Sevilla y Athletic se acercan, debe levantarse con fe y una sonrisa. Hay renta para lograr un sueño, que no un objetivo, y encara una ilusionante eliminatoria el jueves. Cualquiera que valore el continuo crecimiento de este proyecto hubiera firmado estar así a estas alturas.

Encajar cuatro tantos sólo fue un accidente. El Villarreal lleva 20 partidos sin recibir goles esta temporada y desde aquella manita ante el Castilla en Valdebebas, en el debut de Marcelino en enero de 2013, sólo Sevilla, Athletic y Madrid le han tratado con tanta saña en estos tres años. Ni este gran Barça ha podido hacerlo. El calendario es duro (Barça, Madrid y Valencia). Pero Sevilla y Athletic, favoritos para incomodarle hasta el final (aunque ojo con el Celta), también juegan entre semana y penarán: se enfrentan entre ellos. El primero tiene Bernabéu, Valencia y derbi andaluz. El segundo, juega contra Atlético y Celta. Villarreal: sonríe, que se puede.