Villarreal: un tapado con el futuro de cara

Por fin ha tenido suerte el Villarreal. Tras haber tenido que soportar a lo largo de esta temporada lesiones muy importantes en posiciones clave (Musacchio, Samuel, Jonathan, Adrián, Baptistao…) y tener que cruzarse con el Nápoles y el Bayer Leverkusen, dos huesos, ha evitado de un plumazo todo lo que olía a disgusto. Toca el Sparta de Praga. No se verá las caras con los dos españoles, firmes candidatos al título de la Europa League, ni con el Borussia Dortmund, rival con un ambiente ensordecedor en su campo, ni con el Liverpool, otro grande con hambre de gloria. Eliminará a dos de sus temores sin tener que enfrentarse a ellos. Además, ha evitado el incómodo viaje para enfrentarse al Shakhtar. Ha tenido fortuna hasta con el calendario. Este Villarreal es más peligroso primero en casa y luego a domicilio. Le valen los resultados cortos de inicio para luego jugar replegado a la contra.

El Villarreal merecía una alegría que puede ser trascendental también en la Liga. El emparejamiento de desgaste entre el Sevilla y Athletic también le beneficia en su lucha por asegurar la cuarta plaza, siempre y cuando sea capaz de demostrar que es favorito ante el Sparta. Porque lo es. Si el Villarreal es capaz de encarrilar la eliminatoria en El Madrigal tras el parón procesional de Semana Santa encararía el tramo decisivo mejor que sus adversarios y, sobre todo, menos necesitado de rotaciones en los próximos partidos. Hay que ver cómo una sola bola cambia tanto las aspiraciones. Y los sueños de un equipo que comenzó tapado tras cuatro temporadas fuera de Europa y que ahora parece una opción firme a hacer historia.