Vuelve Llorente en pleno éxtasis de Aduriz

El sorteo ha sido duro para el Athletic, aunque también para el Sevilla. Son dos huesos a ida y vuelta. Distanciados por un punto en la Liga, apurando las opciones de Champions, los de Valverde hicieron buen caminar en una Copa de la que sólo fueron apartados por el Barcelona, que ahora es el rival de los de Emery por el título.

El Athletic lleva tiempo compitiendo bien hasta cuando juega mal, lo que sucede poco, como en Mestalla o en la vuelta ante el Marsella. Ha aprendido a sufrir, gracias sobre todo a la experiencia. Lleva ya 51 partidos oficiales este año, más que nadie. Afrontará la ida con una baja sensible, la de Raúl García. Muniain no se sabe si llegará a tiempo, pero Williams seguro que está para entonces.

Las miradas de la eliminatoria estarán centradas en Aritz Aduriz y Fernando Llorente, ex competencia y buenos amigos. El riojano se fue buscando el maná, la Champions que rozó con la Juventus y, curiosidades del destino, regresa por primera vez a San Mamés peleando por lo mismo, la Europa League. Lo hace como suplente de Gameiro y a veces hasta de Juan Muñoz.

Poco a poco va aportando cosas, pero una nimiedad con respecto a lo que ofrecía al Athletic. De hecho, fue un hombre clave en la semifinal copera que el Sevilla perdió ante su club de, hasta entonces, toda la vida. Marcó en el Sánchez Pizjuán y en San Mamés, en aquella remontada en la que Toquero se convirtió en Lehendakari. Del Nido se comió aquello de “nos va comer al león de la cabeza al rabo”. Fue una bravuconada cara, aunque el entonces presidente sevillista asumió su castigo con deportividad.

Regresa Llorente en pleno éxtasis de Aduriz, hecho todo un ídolo y ocupando puesto con 35 años en uno de los gozos de Llorente, la Selección. Con 31 goles oficiales a cuestas y como máximo realizador de la Europa League, es desde ya el quebradero de cabeza de Emery. Si el Athletic reventó Las Fallas, ahora va a por la Feria de Abril.