Simeone no tuvo su mejor día

Derrota justísima de un Atlético conformista y que ayer en Gijón exhibió su peor cara. Incluso la lesión de Giménez es lo más negativo del partido. Sería el colmo que el uruguayo también tuviera problemas para llegar a tiempo a la cita de Champions contra el Barcelona y habrá que rezar para que llegue el milagro de la recuperación tanto con él como con Godín. Tampoco Simeone tuvo su mejor día, sobre todo a la hora de los cambios. Fue buscando encerrarse en su área y al final pagó la penitencia. El Atlético nunca buscó rematar el partido, pese a que la ambición de Abelardo y su gente posibilitó salidas explosivas a la contra que nunca se dieron.

Mucho se habla de la necesidad rojiblanca de un goleador, pero va siendo hora de que se planteen tener una cabeza pensante para el centro del campo. Hay muchos obreros, corredores de fondo, que se dejan el alma detrás del balón, pero desde la lesión de Tiago no existe el futbolista con batuta de mando que en todo momento sepa dar el ritmo que necesita el bloque y así buscar los espacios libres. La Liga ya está decidida y la semana de descanso debe servir para cargar pilas y saber afrontar la cita europea contra el equipo azulgrana con valentía, osadía y nunca con el miedo que ayer vimos en Gijón.