El árbitro perjudicó al Villarreal

José María Sánchez Martínez hizo un arbitraje nervioso y lo contagió a los jugadores. El murciano estuvo fuera de sitio en varios tramos del partido, le faltó transmitir tranquilidad y eso que promete ser un buen árbitro, pero está pagando la adaptación en su primer año en Primera, ya que una cosa es aplicar el reglamento y otra muy diferente es el espíritu de la regla y eso es lo que no hizo en algunas ocasiones

Yendo a las dos jugadas más polémicas del partido, en el minuto 15 señala una supuesta mano a Piqué y tarjeta amarilla por cortar un balón que yo en televisión no pude apreciar claramente si la acción era intencionada o no. La otra acción que suscitó polémica, la del minuto 23, para mí no es sancionable, ya que Piqué toca el balón cuando cae al suelo y eso ya no es de tarjeta con la actual reglamentación. Otra cosa es lo que hace con la pierna en esa misma jugada al derribar al contrario despreocupándose del balón y que sí pudo significar una tarjeta amarilla.

En el minuto 39 se produjo la jugada más clara, no para el árbitro por su situación en el campo, pero sí para las cámaras de televisión, cuando Asenjo sale dentro del área y Neymar choca con el cuerpo del portero cayéndose. No es que el portero vaya primero al cuerpo, sino que va a por el balón y el brasileño, como siempre, vuela por los aires. No hay penalti bajo ningún concepto.

Y en otro orden de cosas en el 27’ no hay penalti de Víctor Ruiz cuando cae sobre Neymar; ni en el 52’ de Jordi Alba a Soldado, ya que la falta es fuera del área; ni tampoco en el 90’ cuando Adrián cae en el área en una jugada con Mascherano, ya que el argentino toca el balón sin que exista contacto con el jugador del Villarreal.