De Gea, Morata y la identidad

Preferimos pensar que el primer tiempo que jugó ayer España fue un accidente. Que en el hecho de que la Selección no tiró ni una vez a puerta no tuvo nada que ver que cada vez que se concentran, los jugadores hacen más anuncios que trabajo táctico. Seguro que la España que se enfrentará a la República Checa en Toulouse el próximo 13 de junio no tendrá nada que ver con la del primer tiempo de ayer en Udine. Solo se salvaron, sin hacer demasiado, De Gea y Morata. El redebutante Aduriz no se pudo lucir y casi ni la tocó. Aritz tenía que bajar a buscar balones y sólo se pudo inventar una ocasión combinando con Morata.

Sin el precedente del último Mundial, en el que Holanda eliminó a España en el primer partido, no nos preocuparíamos. Desde aquel desastre de Curitiba, España ha perdido identidad. La nueva equipación en la que apenas se ven banderas de España (la chaquetilla del himno con las letras enormes de RFEF no tiene ni identidad ni estilo) es una metáfora de cómo se ha desdibujado La Roja. La anterior equipación se diseñó por consejo de los jugadores y está parece que Adidas les ha vuelto a hacer caso con María José Claramunt, la jefa de la Selección, de intermediaria. Silva recuperó algo la identidad al salir y casi pone la raya roja que le falta a las líneas amarilla y roja para hacer la bandera española en el cuello de la camiseta blanca que se estrenó ayer.