No todo se compra con dinero

Aunque en fútbol se ve en muchas ocasiones pasarse las renovaciones por el forro, tiene mala pinta para el Madrid que Lewandowski decida prorrogar su contrato con el Bayern. Ancelotti, tipo de buen gusto futbolero, tiene claro que no puede perder a uno de los tres mejores delanteros centros del momento y le está susurrando al oído desde que fue anunciado como sustituto de Guardiola. El polaco será una pieza clave para Carletto, que sabe cómo se las gasta Florentino cuando se encapricha de una estrella y por eso está haciendo un trabajo preventivo con el goleador alimentando su ego a base de cariño y motivación.

El presidente del Madrid, acostumbrado a arreglar con dinero del club las múltiples carencias de su gestión deportiva, no es tipo que se arrugue ante operaciones complicadas, pero ésta se ha puesto muy chunga. Ya no se trata sólo de tirar de chequera para ablandar el corazón de los dirigentes del Bayern. Se trata de convencer a un tipo que va a firmar el contrato de su vida y que parece decidido a terminar su carrera en el club más poderoso de Alemania. Demasiadas complicaciones para una operación que el Madrid tendría que haber intentado cerrar mucho antes, cuando Lewandowski era igual de bueno, más joven y bastante más barato.