La fea gresca Blanco-Cardenal

Alejandro Blanco y Miguel Cardenal andan a la gresca. Llevan tiempo así. Desde la elección de la sede para los Juegos de 2020, cuando nos eliminó Estambul. De aquello hace dos años y medio. Blanco apenas concedió protagonismo a Cardenal en la candidatura (tampoco tenía por qué hacerlo), y al capítulo de la política antidopaje en España quizá no le prestara la debida atención, según consta en la Agencia española. Eso le llevó a cometer un desliz ante los miembros del Comité Olímpico Internacional, y desde entonces ambos no dejan pasar ocasión para atizarse. La imagen que dan es espantosa. Más aún cuando el caballo de batalla es un tema tan delicado y trascendental como la lucha antidopaje. Se trata de un asunto que exigiría mayor altura de miras.

La última batalla la inició Blanco al decir que “España es una referencia negativa en el dopaje”. Afirmación tremenda, realizada al hilo de que la Agencia Mundial nos sancionara por no tener adecuada nuestra ley a la internacional. Cardenal es el responsable. Tenía que haber achuchado al Gobierno para aprobar la ley. No lo hizo, se disolvieron las Cortes, y hemos agotado los plazos. Mas no por ello hemos de ser una referencia negativa en el mundo. Será peor la imagen que deja una defensa a Marta Domínguez, Paquillo o Contador, como hizo Blanco en su momento. Por eso, la réplica de Cardenal estaba de más. Tampoco está bien acusar a todo un presidente del COE de inexperto en materia tan sensible. Se trata de una lucha personal que no nos deja en buen lugar.