Messi, Luis Suárez y Neymar jugaron ayer atados de pies. Ninguno fue la sombra de lo que vienen mostrando. ¿Por qué? Razones viajeras al margen (también hubo virus FIFA para el Madrid) lo que se vio fue a un Casemiro en perfil líder en la medular (doce jugadas rivales cortadas), acompañado de un Modric trabajador (seis recuperaciones) y de un Kroos muy serio, que levantaron una valla de alambre en torno a Messi, bloqueándolo en medio campo. Para esta labor y para salir con el balón disparado hacia el peligro ayudó de manera soberbia Bale, infatigable, en uno de sus mejores partidos.

El mando de la MCK se extendió y contagió a la línea defensiva, que secó literalmente a Neymar (un solo tiro, y fuera) y desquició a Luis Suárez. Con las zonas calientes controladas, arriba se hizo un trabajo de tuneladora lenta pero segura: ¡quince remates ante Bravo! Zidane ganó la partida a Luis Enrique en la pizarra.