Soy el primero que ha criticado la indolencia del Madrid en Wolfsburgo, pero los árboles no me impiden ver un bosque en el que los errores arbitrales continuados a favor del Barça y en contra del resto (el Madrid y el Atleti están entre los damnificados) empiezan a ser irritantes. Si el tal Rocchi hubiera pitado el claro penalti sobre Bale o si el linier no hubiera tenido una mirada microscópica para descubrir un presunto fuera de juego milimétrico de Cristiano, el Madrid no estaría hablando ni de remontada ni de épica.

Repasando el palmarés arbitral de los ocho cuartofinalistas queda retratrado una vez más el trato privilegiado del que goza el Barça. Desde que existe la Champions casi doblan al Madrid en expulsiones de los rivales (30 a 16) y encima los blancos son los más castigados con penaltis en contra: el de Wolfsburgo ya es el 23º. Desde 1993 el Barça es el equipo más favorecido con una diferencia descomunal. Ovrebo fue la prueba del algodón. Sólo pido que al Madrid no le quiten nada a partir de ahora...