Ahora que está tan de moda el Leicester, habría que descubrirse ante el milagro del fútbol español, un Eibar que llega al Bernabéu noveno y al que le faltan dos o tres puntos para salvarse. No hay más que repasar los clubes que tiene por debajo en la tabla (Real Sociedad, Espanyol, Betis y, sobre todo Valencia). Se hacen muy bien las cosas en Ipurua. El club aprendió del año pasado y da pasos para quedarse tiempo en Primera. Firma ya contratos a más largo plazo y genera infraestructuras para el trabajo del primer equipo y dar cabida a mayor afición en el campo. También es voraz con la cantera: se ha hecho con un filial en Tercera (el Vitoria) y mete las narices en suelo vizcaíno...

Su presidente, Alex Aranzabal, es de mira larga y tiende a dar aire a la vida institucional para que el Eibar siempre esté en boca de todos. Presentó el jueves el libro del 75 aniversario y no se corta un pelo a la hora de hacer pública su esperanza de poder rascar algún punto en el Bernabéu. Y eso que el equipo de Mendilibar lleva ocho puntos en la segunda vuelta. Los futbolistas saben que el Eibar les revaloriza. Que se lo digan a Borja Bastón, Keko o Jota Peleteiro. En la Liga, un modesto no puede ganar el título como en la Premier, pero este equipo tiene tanto o más que el de Ranieri y juega con atrevimiento.