Williams, Guerra y los astros

Empezó el partido soplando viento propicio para el Rayo. El empate del Granada y las derrotas de Levante, Sporting y Getafe alinearon los astros para que, puntuando en San Mamés, los de Paco Jémez pudieran alejarse de la zona de descenso. Pero un gol (superlativo) de Williams hizo que dicha oportunidad cayera en un agujero negro. Y no fue porque los franjirrojos no lo intentaran una y otra vez. Guerra lo persiguió hasta la extenuación. Manucho buscó la sorpresa. La embestida final bien pudo rescatar un merecido punto in extremis, pero el Rayo se marchó con las manos vacías (sin puntos y sin gol tras 14 jornadas consecutivas marcando) y con la ovación de La Catedral, que reconoció un esfuerzo galáctico.

Hubo ocasiones, aunque la suerte no acompañó. De ahí que la dupla Guerra-Miku se antoje como la mejor noticia en este tramo final. Hubo motivos para el optimismo: Juan Carlos se mostró seguro, la zaga estuvo seria (mención especial para Quini y Crespo), Pablo continúa in crescendo... Y la afición sigue siendo su gran valor. Más de 400 franjirrojos rugieron en San Mamés y harán de Vallecas un infierno para el Villarreal. Una semana más el Rayo se acuesta fuera del descenso. Una semana más la permanencia es factible.