El Bernabéu no entiende de números

Nos recuerda el metódico Míster Chip que sólo el 17% de las veces se remontó un 2-0 en competiciones continentales. Loable su trabajo de investigación y de documentación, pero hablando del Madrid y de Europa todo eso salta por los aires. Cualquier madridista que esta noche se acerque al santuario del Bernabéu sabe que el equipo de Zidane engordará ese 17%. Ya hemos visto que ante el Celtic y el Inter sí fue capaz el Madrid de levantar un 2-0 en perfecta sintonía y comunión con su maravillosa afición europea. Esta noche sucederán cosas que van más allá del simple análisis futbolístico. Zidane debe apostar por esa ‘irracionalidad controlada’ que forjó en los años 70 y 80 una leyenda que jamás podrá ser borrada de nuestras blancas memorias...

Cristiano y el propio Zizou han hablado de tener la cabeza fría y no perder la paciencia, pero es evidente que ante el Wolfsburgo hay que meter un gol rápido para que a los alemanes se les congelen hasta las medias. En este partido hay mucho de emocional. Lo sucedido el pasado sábado no es ninguna tontería. El madridismo sabe que una remontada esta noche se convertiría en una Espada de Damocles para el Barça, que mañana saltaría a la caldera del Calderón con la confianza por los suelos y el triplete tiritando de miedo. Hoy hay que salir con la piel de la épica, desafiando la lluvia torrencial que se anuncia. Mejor. Será como ante el Bayern en 2002. Aquellos goles de Guti Alé y de Helguera fueron festejados bajo el diluvio. Ése debe ser el camino...