Los goles encajados, el lastre

Antes del encuentro de ida frente al City, Laurent Blanc insistió sobre la importancia de ser solvente en defensa para no encajar goles que pudiesen complicar la eliminatoria. Visto el empate (2-2) y lo difícil que se le ha puesto el encuentro de vuelta al conjunto galo, el técnico francés no se equivocó. Claro favorito después del sorteo, el PSG ya no lo es tanto a la hora de desplazarse a tierras inglesas. La culpa, como en las tres últimas ediciones de la Champions, la tienen los goles encajados en la ida de los cuartos de final.

Hace tres años, frente al Barça, el PSG también empató (2-2) en casa y fue eliminado en la vuelta disputada en el Camp Nou (1-1). En la edición siguiente, un gol de penalti de Hazard en el Parque de los Príncipes hizo que el Chelsea creyese en una hazaña que finalmente logró (3-1; 0-2). Y el año pasado, la historia volvió a repetirse. Frente al Barça, los parisinos concedieron una clara derrota en su recinto (1-3), que dejó ya sentenciada la eliminatoria. Esta vez, la cosa se pone menos complicada y, con la defensa del City, una victoria del PSG es posible. Sin embargo, habrá que tener cuidado atrás sin David Luiz, suspendido, y con un Aurier que solamente ha disputado tres encuentros en dos meses.