La extraña táctica de Blanc

Para afrontar el partido más importante de la temporada del PSG, Blanc sorprendió a todos saliendo de entrada con un 1-3-5-2 que nunca había utilizado esta temporada. Y la apuesta no le salió bien al francés Durante los 60 minutos que disputaron con este sistema de juego, los parisinos se mostraron completamente perdidos e incapaces de crear peligro. Si las bajas importantes de Matuidi, David Luiz y Verratti condicionaron esta decisión, parece extraño jugársela de tal manera en un encuentro de esa importancia.

Con un empate (2-2) en casa, el PSG tenía la obligación de ganar, o de marcar muchos goles para empatar (3-3) o más, pero lo podía haber hecho con su tradicional 1-4-3-3. Algunos me van a contestar que fue con su sistema habitual con el que el encajó el tanto de De Bruyne que sentenció la eliminatoria. Es verdad, pero volver a su demarcación tradicional después de 60 minutos de cansancio, de dudas y de fallos en los pases no es lo mismo que afrontar 90 minutos con la mente a tope y más clara.

Si muchas veces se critican a los entrenadores por no intentar nada, la apuesta de Blanc parecía suicida y lo fue. Pero ese tropiezo demuestra también algo más: que el proyecto a golpe de talonario del PSG tiene sus límites con esta cuarta eliminación seguida en cuartos de la Champions. Habrá ahora que levantarse y ganar las dos copas nacionales que le quedan. Después tocará invertir de nuevo este verano para encontrar por fin la solución y no ser sólo el dueño de una Ligue1 cada año menos competitiva.