Este es el balance del Madrid en la Euroliga. Un balance que le permite seguir dependiendo de sí mismo. Tres victorias ante el Fenerbahçe y se verá en la Final Four. Las cuentas podrán salir, pero la realidad es otra. El Madrid lleva perdiendo una y otra vez ante los rivales de la clase media/alta. Ahora la Euroliga se ha puesto más seria, le ha tocado enfrentarse a un buen equipo turco y regresa de Estambul cabizbajo y, en el mejor de los casos, obligado a regresar para jugar el partido definitivo. Si lo hay. Esa es otra. El Madrid ha dejado muy mala imagen de estos dos encuentros en el Ulker Sports Arena. En el primero no tuvo más recurso que lanzar triple tras triple; en el de ayer le falló la actitud y se dejó comer por el Fenerbahçe.

Cogía el balón un madridista, y tenía a dos turcos encima. Atacaban los turcos, y se encontraban el camino expedito hacia el aro. Obradovic había puesto un cuchillo entre los dientes a sus jugadores, y estos se ensañaron. Udoh reboteaba, taponaba, encadenaba canastas sin fallo, y no dejó de jugar con el 21-8, tampoco con el 31-14, ni con el 39-16. Lo hizo cuando faltaban dos minutos para el descanso y su equipo ganaba 46-22. Ese es Obradovic. Rotaciones, las justas; los buenos juegan cuanto sea necesario. ¿Imposible la remontada? En absoluto. Pero el Madrid ha quedado a la altura del Darussafaka y del Cedevita, gloriosos equipos ambos, a los que el Fenerbahçe metió 106 puntos, el primero, y ganó por 30 de diferencia, el segundo.