El Cholo Simeone quería al Bayern de Rummenigge, Guardiola y Schwarzenbeck

El fútbol siempre te da revancha. Contra el Bayern o contra el Madrid. Podía tocar cualquiera. Daba igual el orden. Por el 74 y el 2014. La Primera Colchonera se intuye. El Atlético está a tres partidos de hacer historia. El bombo caprichoso ha emparejado al Bayern de Munich con el Atlético de Madrid. Y en el Atleti tienen muchas ganas a Karl Heinz Rummenigge, que lleva dos años menospreciando el fútbol del Atleti. Diego Pablo Simeone quería cruzarse con Pep Guardiola. El Cholo sabe de la dificultad de la empresa, pero no se considera inferior al equipo alemán, por más que económicamente sea muchísimo más poderoso que el equipo rojiblanco madrileño. El Bayern es una superpotencia mundial y es el favorito, pero ni Guardiola ni Lorenzo Buenaventura ni Manel Estiarte están contentos con el Atlético como rival de semifinales de Champions.

El Atlético ha jugado ocho partidos de semifinal de Copa de Euroa en su historia. En las dos primeras ante Madrid y Ajax cayó eliminado. En las dos siguientes ante Celtic y Chelsea se metió en sendas finales que ganaba y le empataron al final del partido Georg Schwarzenbeck en 1974 y Sergio Ramos en 2014. Tras la final del 74, por una frase de don Vicente Calderón, se empezó a llamar al Atleti 'El Pupas'. Cuando en 2014 el Madrid dio la vuelta al gol de Godín en la final de Lisboa, el término 'El Pupas' jamás se utilizó. Y eso se ha conseguido gracias a Diego Pablo Simeone. La de Lisboa fue una derrota dura y cruel, pero así es la vida. Y dos años después el Atleti se encuentra a dos pasos de llegar a otra final de la Copa de Europa. Gracias al Cholo y su equipo de trabajo que, como dijo el Mono Burgos, en Radio Marca, obligan a los jugadores a ganar "cada 15 minutos". Al Bayern de Rummenigge, Guardiola y Georg Schwarzenbeck. Sí, el innombrable Schwarzenberg reaparece. Y paralelamente surge el nombre de Luis Aragonés y su golazo en Heysel de falta. A los atléticos ya no les da miedo escuchar el apellido de Schwarzenbeck. Solo Miguel Reina estará agobiado por la avalancha de llamadas que le esperan recordando aquel disparo imparable. Pero Schwarzenbeck ya no povoca pesadillas. Ni Guardiola. Ni Rummenigge. Gracias al Cholo. Partido a partido. Y le quedan tres partidos para La Primera Colchonera.