Liverpool y Villarreal coinciden. No querían ver al campeón, un Sevilla obligado a ganar esta competición para poder entrar en Champions. Ni tampoco deseaban viajar a Ucrania, zona de conflicto que espantaría a sus aficionados. Su enfrentamiento ha gustado en Inglaterra, donde sólo temen a Bakambu. El equipo de Klopp ve al Villarreal el rival más asequible, pero no crean que el Submarino está únicamente satisfecho por el hecho de ir a Anfield a cumplir un sueño. El Liverpool, octavo en la Primer, viene bien al estilo amarillo y lo de jugar fuera la vuelta no asusta. Ya se tumbó así al Nápoles y al Bayer. Más bien encaja con los planes. Pasar multiplicaría el valor de llegar a Basilea y un resultado sin encajar en la ida reforzaría la estrategia de defensa y contra a domicilio. El Madrigal, de haber acogido la vuelta, no es una caldera ideal donde buscar una remontada.

plantilla ansía alcanzar en Anfield una final tras cuatro intentos. Sólo Soldado ha jugado allí, donde sufrió un 4-0 y un 3-2 con el Tottenham. Asenjo ganó con el Atleti las semifinales de la Europa League de 2010 (fue campeón), aunque lo vio desde el banquillo, y lo de Bonera es distinto: le quitó a los reds en 2007 la UEFA con el Milán, pero sucedió en Atenas y él no fue ni convocado. El que más ganas tiene de pisar por fin este mítico escenario es Marcelino. No lo hizo ni la vez que visitó Liverpool en 2010. Estaba en paro tras salir del Zaragoza y acudió como oyente para estudiar la metodología de Benítez. El 5 de mayo se estrenará. Con trabajo, que no es poco, y para mostrar al mundo lo aprendido.