Acoso ante un muro de hormigón

El Atlético es misión imposible para los leones. No hay forma de hincarle el diente. El Athletic lo intentó de todas formas, con gran criterio con balón, pero claro le faltaba Aduriz y muchísima profundidad. Demasiada ausencia. Jugaron con fuego los de Simeone encerrándose tanto. Los de Valverde no amenazaron con el disparo. Sólo Beñat puso en apuros a Oblak. Viguera se movió bien entre líneas, aunque Raúl García no tuvo la presencia necesaria en el punto de penalti. Apenas estuvo en un par de peinadas y en una volea sin fuerzas al final. Fue una acoso incesante ante un muro de hormigón.

El Athletic llevaba el partido muy bien con 0-0, jugando sus bazas de circulación de balón con paciencia e impidiendo la salida al contragolpe de los colchoneros cuando entre Griezmann y Torres se inventaron un gran gol. Está tocado por una varita mágica el ex realista en el nuevo San Mamés. No le presionaron y centró con mimo para que El Niño cabecease como un ariete antiguo. Luego llegó la jugada polémica con el choque entre Iraizoz y Viguera que Thomas lanzó al poste con el portero en el suelo. ¿Se imaginan lo que le hubiese dicho Simeone de no haber chutado a puerta? Vino el quiero y no puedo. Entró Williams y San José tardó demasiado en ponerse de ariete. Adiós Champions, hola Europa League.