El Atlético sigue dando guerra

Tres puntos de oro en el nuevo San Mamés, aunque la lesión de Godín deja un gusto amargo. El Atlético sigue enganchado a la Liga porque tiene de largo el mejor banquillo de todos los aspirantes al título. Savic y Lucas formaron un muro delante de Oblak que fue imposible de superar para Raúl García y sus compañeros de equipo. Igualmente, Augusto dejó claro el acierto de su fichaje para ocupar el puesto del lesionado Tiago. Fue el pulmón que siempre apareció en el sitio justo y en el momento adecuado para que Simeone pudiera respirar tranquilo en la banda.

La conclusión fue que el Athletic apenas pudo tirar a Oblak y que el equipo madrileño sigue cosechando triunfos en el nuevo feudo bilbaíno. La gota que faltaba la puso la pareja de moda por el Calderón: pase de lujo de Griezmann y cabezazo majestuoso del Niño Torres. Se cumplió el principio básico del cholismo, victoria a victoria y ahora a pensar en el Málaga. Y sin olvidar lo más importante: que hoy en la revisión médica Godín al menos pueda tener esperanzas de jugar el partido de vuelta de Champions en Alemania. El Faraón sigue siendo imprescindible en este equipo y la moral del Atlético está a prueba de bombas. El conjunto de Simeone demostró que es un armazón perfecto sobre el campo y que si juega a lo que sabe es casi insuperable. Este Atlético va a continuar dando guerra hasta el final y aspira a la matrícula de honor en esta campaña. Los atléticos siguen soñando.