Carolina Marín y Javier Fernández, junto a primeras figuras de otros deportes, han pasado a formar parte del equipo de la UCAM. Esta universidad, la Católica San Antonio de Murcia, se está convirtiendo en una auténtica selección olímpica. También tiene sus equipos de fútbol y baloncesto. Y bien destacados. El primero disputa al Real Murcia el liderato del Grupo 4º de la Segunda B, mientras el segundo es noveno en la Liga ACB, a un puesto de meterse en los playoff por el título. Pero no es en estos deportes mayoritarios donde la UCAM tiene su poder. Es en los olímpicos, con Mireia Belmonte al frente, donde está alcanzando un potencial envidiable, aunque luego cada deportista compite a nivel individual.

La UCAM tiene deportistas becados en la mayoría de los deportes en los que estaremos en Río. Sólo le faltan, por ahora, en balonmano, hockey, rugby, remo, tiro, hípica, golf, lucha y pentatlón. Asimismo, los deportistas paralímpicos también disfrutan de becas en la UCAM. Éstas consisten en pagarles y facilitarles los estudios, y en algunos casos reciben una compensación económica por vestir los colores de la Universidad. Todo empezó cuando Mireia Belmonte se quedaba sin club y sin entrenador al regreso de los Juegos de Londres, y José Luis Mendoza, presidente de la UCAM, le ofreció su ayuda con la mediación de Alejandro Blanco, presidente del COE. Desde entonces, los olímpicos ya tienen su mecenas. Hay cola para entrar.