Madrid, Atleti y Barça juegan en tres campos

Rayo-Madrid, Atlético-Málaga, Barcelona-Sporting. Otra jornada de aúpa, ésta con dos partidos que entremezclan a aspirantes al título con equipos que huyen de la quema. Sólo el Málaga, desde su ‘aurea mediocritas’ de sus 42 puntos, afronta la jornada sin otro objetivo que el del deporte por el deporte. Rayo y Sporting andan apurados, en especial después de la victoria del Getafe en Anoeta. El Rayo estaba casi escapado en el minuto 90’ del miércoles, pero un gol del Málaga en el descuento le costó dos puntos. Casi al tiempo, el Sporting marcó un gol agónico que le permite mantener esperanzas. Pero sólo eso.

Otra vez una jornada bárbara, que habrá que apurar hasta el final. Cuando acabe el partido de Vallecas, ni rayistas ni madridistas podrán saber hasta qué punto deberán estar satisfechos o decepcionados. Hará falta que culmine la tarde para que el balance sirva. Es la virtud del modelo de Liga: que todos los partidos están enredados entre sí, como cerezas. En las fases inicial e intermedia eso no se nota como ahora, cuando ya no queda apenas tiempo, y tan importante es lo que un equipo hace o deja de hacer como lo que hacen o dejan de hacer sus rivales. Estas últimas jornadas de Liga son soberbias, y pienso que este año más que casi nunca.

Por lo demás, me imagino tres partidos desequilibrados, aunque eso no es sinónimo de decididos. Faltará Cristiano por primera vez en la Liga, con lo que da un metro de ventaja a Luis Suárez en la carrera por el Pichichi y la Bota de Oro. Ese frente también lo vigilan las aficiones. Faltará Godín, que reza (y por el que rezan) para que al menos esté en la vuelta de Múnich. Faltará en el Rayo Llorente, por la ominosa cláusula del miedo, y ya veremos si Abelardo rota en el Camp Nou, pensando en guardar fuerzas para objetivos más razonables. En fin, fútbol del bueno, servido en cantidades generosas y con mucho picante. Disfrutémoslo.