Me encantan las expresiones populares. Ésta en particular: “¡No escupas hacia arriba porque en la cara te cae!”. No puedo evitar pensar en este refrán lleno de sentido común al imaginarme a Paco Jémez hoy, poco antes de las cuatro de la tarde, cuando tenga que mirar a Zinedine Zidane a los ojos y tenderle la mano, tal y como lo dicta la tradición. El entrenador del Rayo escupió hacia arriba hace año y medio cuando, por una oscura razón que todavía nadie ha entendido, denegó al técnico madridista el derecho a entrenar en Segunda B. Es evidente que, para entonces, Jémez no se esperaba que el galo llegase de forma tan rápida al banquillo del gran Real Madrid. Y que se tuviera que medir con él en un partido de Liga...

Así que se puede afirmar que le está cayendo mucho antes de lo previsto… Sé que a Zidane le sorprendió mucho, y le decepcionó, que un futbolista con quien había coincidido en los campos de España le menospreciara de tal manera. Nunca se vieron desde aquella triste historia y nunca Jémez intentó justificar, ni pedir disculpas por lo que dijo. Zizou está tan metido en sus objetivos con el Madrid y sabe tan bien que representa al club blanco antes que a su propia persona que, por supuesto, no buscará pelea esta tarde. Un educado y frío saludo será seguramente su respuesta. Y él que se sentirá como un niño que ha roto un plato será el técnico rayista. Sus forzadas alabanzas para “Zizou entrenador” pronunciadas ayer lo demuestran...