Príncipe de Gales

El quite del perdón. La escapada de Gareth a los campos de golf La Reserva y Finca Cortesín, ambos en Cádiz, nos tenía moscas a los madridistas. El mejor Bale desde que llegó al Madrid, eso es indiscutible, no podía perderse tantos partidos por sus continuas lesiones. Y jugar al golf no debe ayudar precisamente a recuperarse más rápido. Pero el galés reaccionó en Vallecas con la grandeza de los elegidos. Asumió que la baja de Cristiano le obligaba a dar un paso adelante. O dos. Y hasta tres. No le quedó más remedio cuando un Rayo bravío y osado se puso 2-0. El Madrid estaba fulminado y la Liga parecía perderse en mitad del diluvio del barrio más entrañable de la capital. A partir de ahí vimos al Bale por el que se pagaron 101 millones de euros. Se ofrecía, se desmarcaba por ambas bandas, amagaba para dar pases mortíferos al área pequeña, las buscaba de cabeza adelantándose a los centrales franjirrojos, soltaba latigazos con su zurda de acero, presionaba... Hizo de Cristiano, para resumir con diligencia. El Expreso de Cardiff mostró el camino de la remontada (¡ fue la segunda en dos semanas!) con un cabezazo perfecto que colocó el 2-1 antes del descanso. En la recta final, Bale puso su rúbrica en el 2-3 de la victoria con una galopada descomunal, plena de potencia y poderío, que culminó con un zurdazo que vale, de momento, seguir luchando por el título con toda legitimidad. Fue la tarde del Príncipe de Gales.

El Rayo de Paco. La leyenda de este equipo sin capacidad para gastarse un solo euro en fichajes se alimentó en veinte minutos que para los madridistas fueron infernales. Lluvia torrencial (la imagen del palco, paraguas en ristre, era surrealista), llegadas diabólicas de Bebé, Miku en plan Martillo de Thor y Embarba ratoneando por un área en la que Danilo y Varane naufragaban. El fútbol armonioso, dinámico y sin complejos propuesto por Paco nos tenía narcotizados. El 2-0 se celebraba en Barcelona como un postre feliz del día de Sant Jordi. Pero ahí irrumpió el Madrid de verdad. Los Remontarengues, como les apoda mi amigo Christian Paredes de la Peña Sur de California. Zidane reaccionó tras el infortunio de Benzema y puso en el tapete a Lucas Vázquez. Este chaval se merece un párrafo para él solito...

Galicia Calidade. Este gallego nacido en Curtis (A Coruña) hace 24 años nos puso la piel de gallina. Qué fiereza. Qué garra. Qué velocidad. Qué descaro. Qué bemoles. Qué orgullo vikingo. Su cabezazo a la escuadra de Juan Carlos lo hubiera firmado Santillana y Zamorano. Lucas es canterano de sentimiento y de obra. Jamás ha suspendido un examen este curso. Cuando le llaman a filas, se sale. Es el alumno más aplicado del año. ¡Bienvenido, Lucas!

9 de 9. El martes hay que conquistar la guarida del Kun (¡con Cristiano recuperado!), pero no hay que rendirse en la Liga y es necesario firmar un Pleno al 9. Me lo recuerdan mi amigo Esteban, el mejor quiosquero de La Mancha, Pedro Montes (socio número 3.324 del Madrid) y las peñas de Villanueva de San Carlos, Puerto de Alcudia, Miguelturra, Ciudad Real, Puertollano, Daimiel, La Solana, Casas de Benítez y La Espaldinha, dedicada al crack portugués. Con Cristiano recuperado, impossible is nothing. Eso sí, hubo una falta de Luis Suárez a Cuéllar en el 1-0 del Barça, fuera de juego clamoroso del charrúa en el 2-0 y dos penaltis inventados. ¡Liga peligrosamente preparada!