Messi y otros

El Barça naufragó en un partido que ganó por seis goles a cero. El autor de este milagro de las paradojas fue Messi, que en un momento del encuentro, cuando el Barça jugaba contra sí mismo, se puso en todos los puestos a la vez y se convirtió en el jugador número once. Los integró a todos, y entendió que esta era una oportunidad que no resistía abismos. Su generosidad contrastó con el ensimismamiento aburrido de sus colegas; seleccionó a los que quiso cerca, les dejó meter los goles que él hubiera hecho entrar y llegó incluso a dejar que la sonrisa llegara a Neymar, el peor de los diez peores jugadores del Barça ayer noche.

La apatía que precedió al festival goleador marca el estado de forma del equipo últimamente. Iba a decir que era el peor partido del año, pero quienes no lo hayan visto hubieran pensado que estoy loco a la vista del resultado. No se engañen: el 6-0 es una ficción dirigida por Messi.