Partido envenenado para el Madrid

El Clásico de la Liga de baloncesto nos llega con los dos equipos en horas bajas. El Madrid, eliminado de la Euroliga; el Barcelona, lamentándose de no haber resuelto la eliminatoria con el Lokomotiv el pasado jueves. Ahora se ve obligado a viajar a Krasnodar (Rusia), a 3.000 kilómetros de distancia, para jugarse el pase a la Final Four a un solo partido y en campo ajeno. Toda su mente estará puesta en ese encuentro. También, todas sus energías. ¿Que pierde hoy? No pasa nada. El resultado apenas tiene trascendencia, clasificados ya ambos equipos para los playoff del título. La derrota del Barcelona quedaría justificada por la importancia del partido del martes. El Madrid, en cambio, no tiene nada que ganar y sí mucho que perder.

Al Madrid se le abre ahora un horizonte de un mes para jugar los seis partidos de Liga que le restan antes de los playoff. En ese tiempo necesita recobrar la confianza y el juego. El contundente 3-0 sufrido ante el Fenerbahçe ha dejado dudas y recelos, que se agravarían con una nueva derrota hoy. Sin jugarse nada a efectos de clasificación, es un partido envenenado para el Madrid. Laso, a diferencia de Pascual, tiene que poner cuanto tiene sobre la mesa y elegir para salir del laberinto donde se metió al apostar por una plantilla de quince jugadores. ¿Con un equipo donde estén Doncic y Hernangómez? ¿Con Taylor y Thompkins? ¿Con los Sergios y Rudy, hagan lo que hagan? Comienza una nueva cuenta atrás, con el futuro del equipo en juego.