No existe ninguna estadística para avalar mi teoría pero estoy convencido de que la personalidad del entrenador da o quita un gol por partido. Es una sensación que tengo desde hace años y que se averigua con frecuencia. Por ello, me arriesgo a pensar que el Madrid de Zidane ya le está ganando por 0-1 al City de Pellegrini antes de que empiece este partido de Champions. El técnico madridista es un ganador nato, un winner como dicen en el país dónde se juega esta noche. Sin que sea necesario sacar el currículum vitae (largo como un brazo de jugador de voleibol) de Zizou, sabemos sólo con escucharle que este entrenador va siempre a por todo y que asumirá la responsabilidad de cualquier desilusión sin buscar excusas.

En cambio, enfrente, tenemos a un míster de gran nivel táctico pero que, en el fondo, habla y actúa como un perdedor. Un loser, para seguir con la lengua de Shakespeare, no es aquel que no triunfa sino que culpa a los demás de sus fracasos. La temporada de Pellegrini en el Madrid fue un desastre absoluto, en resultados, imagen y gestión de los futbolistas y, sin embargo, el chileno sigue justificándose con escapatorias baratas y con un número de puntos que sólo sirvió para perder la Liga. Esta noche veremos la diferencia entre ambos.