El madridismo sigue relamiéndose con la carrera a lo Juantorena de Bale en Vallecas. Esa galopada inmisericorde dejó a Amaya clavado como un poste de la luz y evidenció el poderío del galés cuando la Torre de Control le da pista libre. Su regreso a Inglaterra, el país en el que se hizo futbolista célebre gracias a aquel hat-trick imperial al Inter en San Siro, nos coloca a Gareth en el centro de la escena de la cumbre europea con el City. Los pequeños problemas físicos de Cristiano y Benzema (hoy jugarán algo mermados) permiten focalizar más todavía en el hombre del momento.

Además, veo una similitud en el tiempo que me permite imaginar a un Bale determinante en la soñada consecución de la Undécima. No busquen un gol del galés en la presente edición de la Champions. Entre lesiones y actuaciones opacas no ha sido capaz de cantar un solo gol en la Eurovisión del fútbol. Pero no se alarmen. Otro de los héroes sagrados del madridismo militante, Pedja Mijatovic, se presentó en la final de Ámsterdam con su revólver de goles sin estrenar. Ante la Juve de Zidane firmó el gol de la Séptima, la gloria y el agradecimiento eterno. Gareth, tu turno.