Un guerrero contra once

Hubo dos tipos de reacciones al conocerse el rival del Bayern en estas semifinales de Champions. Por un lado estaba la de Javi Martínez, central español en las filas del conjunto bávaro, que no se cortó a la hora de expresar sus miedos ante la eliminatoria frente al Atlético. “Era el rival que menos quería“, dijo el navarro. Respeto. Mucho. Arturo Vidal, en cambio, no es un tipo al que le pueda el miedo. Todo lo contrario. El chileno sabe que con el Atlético se enfrentará a si mismo multiplicado por once, “a once guerreros“ como dice, pero después de quedarse a las puertas de la orejona la temporada pasada no dudó en tirar de confianza. “Será duro, pero tenemos todo lo que se necesita para vencerles y meternos en la final“, dijo. Y lo cierto es que el partido estará en el ex de la Juve. Durante las últimas jornadas fue el líder indiscutible de este Bayern, marcando tantos importantísimos como los dos que le hizo al Benfica y ejerciendo de cabeza visible de este equipo.

Es cierto que los muniqueses ya venían jugando de maravilla durante los últimos años, pero Vidal es el sudor, la fuerza y la agresividad que le faltaba al campeón germano. Es cierto que a veces se mueve al límite y hay que pararle como sucedió unas jornadas atrás cuando estaba a punto de ser expulsado a los diez minutos de juego, pero en citas tan importantes como la de hoy el mediocentro con cresta es imprescindible para los de Guardiola. Correrá, cortará, luchará, se caerá, se levantará, le plantará cara a Gabi y compañía y volverá a ejercer de lo que es: un líder. Si el Atlético quiere deshacerse finalmente del gafe del 74 y eliminar al Bayern, tendrá que plantarle cara al guerrero por excelencia.