Julius Yego fue campeón del mundo de lanzamiento de jabalina en los últimos Mundiales de atletismo. Yego es keniano y nos lo presenta Alejandro Delmás en el serial que está haciendo del atletismo de Kenia tras visitar este país. Sabido es que Kenia es cantera inagotable de fondistas. Campeones y medallistas olímpicos y mundiales tiene a decenas en distancias que van de los 800 metros a la maratón. Pero se les saca de estas especialidades, incluidos los 3.000 metros obstáculos, y ya no tiene mucho más. Hasta ahora. Ahora tiene campeones en pértiga y en 400 vallas, caso de Nicholas Bett. Todo es cuestión de escuela. Para correr valen unas condiciones elementales; para saltar o lanzar es necesaria una técnica. Si se aprende, medio camino está hecho.

Yego la aprendió en Finlandia, cuna de los más grandes lanzadores de pértiga. Igual que Javier Fernández se va a Estados Unidos y Canadá, y se nos convierte en campeón del mundo de la mano de los mejores entrenadores de patinaje sobre hielo, Yego se puede convertir en campeón del mundo de jabalina con buenos maestros. El atletismo se ha hecho universal y hoy en día el trasvase de grandes corredores, saltadores o lanzadores es un hecho. Sin necesidad de nacionalizarse por un nuevo país, nacen nuevos campeones, cuyo talento permanece escondido por la carencia de entrenadores en las especialidades más técnicas. Eso que gana el atletismo. Así vamos ganando nuevos números uno, que van dejando atrás los límites humanos.