El Sporting ya mostró el camino

Yerran quienes piensen que el Rayo será un convidado de piedra en el Calderón. Bien es cierto que las bajas (siempre las dichosas lesiones, otro gallo cantaría de haber podido contar todo el curso con Toño, Rat, Ebert...) complicarán más la tarea, si cabe, pero hace sólo seis jornadas que el Sporting mostró el camino. El Atlético llegó asfixiado a El Molinón tras jugarse el pase a cuartos de Champions con el PSV. Partido, prórroga y penaltis. Las ansias por salvarse de los sportinguistas pesaron más. Ahora ha llegado el turno de los vallecanos.

Esos que nunca se rinden. Un barrio que esgrime el trabajo y la humildad para atrapar sus sueños. Como ya sucedió aquel 22 de agosto de 1999. Entonces fueron Hernández y Ferrón los artífices del milagro. Para repetirlo ahora están los Miku, Embarba, Bebé, Jozabed... Traerse algún punto del Calderón acercaría la permanencia, ahora que cada partido se vive como si fuera el último. Pelear hasta vaciarse, no queda más opción. Y en esa lucha, el Rayo no caminará solo. Ahí estará la afición. La misma que invadirá Anoeta y asfixiará al Levante en la última jornada. Esa que siempre estuvo y siempre estará: cantando, soñando... Creyendo.