¿Está el vaso de Alonso medio lleno o medio vacío?

Sexta posición de Alonso en el GP de Rusia, primeros puntos del año para el asturiano después de una carrera con la solvencia propia de un piloto de su experiencia y talento. Nada que objetar en este sentido porque las dudas que se puedan plantear hacen para mí referencia al proyecto técnico. Por eso tampoco creo que sea un resultado para lanzar las campanas al vuelo o sentirnos exultantes.

Queremos ver a Fernando ganando de nuevo, es lo que merece y lo que fue buscando a McLaren; que el monoplaza con unidad de potencia Honda va progresando también es obvio, ¡sólo faltaría que no fuera así! Un primer año de desarrollo fuera de los circuitos por parte de los japoneses, el pasado de puesta en marcha desastrosa y éste ya con cierta mejoría aunque muy lejos de la referencia de Mercedes: parecía que Hamilton llevaba un F-1 y Alonso un GP2 cuando el británico ha adelantado al español en Sochi. 

Cada cual puede, obviamente, ver el vaso medio lleno o medio vacío. Yo prefiero hacerlo con objetividad, intentando no ser agorero pero tampoco dejándome nublar por los enormes deseos que tengo de ver al ovetense ocupando las posiciones de vanguardia. En mi opinión, el tiempo corre en contra del piloto más que del equipo; quiero decir que McLaren-Honda puede seguir pidiendo paciencia porque quizá ellos (sólo relativamente) se permitan el lujo de mirar más a largo plazo. No es la situación de Alonso.

El déficit prestacional (y veremos si de fiabilidad en los próximos circuitos) se mantiene como preocupante y a los 34 años un deportista no puede tomarse ya las cosas con tanta calma, ignoro cuándo se retirará pero sí sé que nadie es eterno. Y mi frustración principal viene precisamente de eso, de que se está desperdiciando el mejor momento deportivo de un piloto excepcional a causa de un proyecto titubeante. Su carrera en Rusia evidencia, una vez más, que es capaz de sacar petróleo a más mínima oportunidad, esas que pasan de largo domingo tras domingo y no sabemos si se repetirán.