La nueva historia por escribir

Partidos europeos como estos se juegan durante varios días, se convocan recuerdos, derrotas y victorias legendarias, momentos únicos que podrían haber sido muy diferentes, pero que no lo fueron, que ganaron partidos, que dieron un pase a una final, que costaron muy caro. Todo eso también cuenta. Un encuentro jugado cien veces sale cien veces diferente en parte por eso, porque los fantasmas del pasado se juntan para enseñar el camino a los que lo juegan. El Atlético viajó a la final de Bruselas varias veces antes de ir al Allianz. El Bayern tiene tantas referencias históricas que puede escoger a la carta, pero que se resumen en caer y volver a levantarse, para triunfar finalmente. El Real Madrid, de Di Stéfano al miedo escénico, tiene su propia narrativa.

El City tiene historia, pero de otro tipo: una de sufrimiento y goles de última hora que impiden bajar a la segunda. Historia doméstica de un tanto que dio una Liga en el último segundo. Para Hart, Sterling, el Kun o Navas, lo de hoy es un atajo a la gloria, un día inolvidable y demás, pero saltarán solos al campo, sin leyenda, sin grandes derrotas o victorias europeas. El artículo tiene trampa. Claro que han tenido noches históricas: en el 1971, unos cuartos de final de la Recopa en Dinamarca, cuartos contra el Hamburgo en UEFA, victoria ante el Milán en la UEFA en el 1979 y por supuesto la final de la Recopa del 1970. Pero no da la sensación de ser suficiente. Hoy los blues harán historia nueva. Y la derrota o la victoria les ayudará a construir nuevos éxitos.